¿Tienes un alto porcentaje de rotación laboral? Si te digo “el peor jefe”, ¿Quién se te viene a la mente?  

Aunque existen múltiples razones por las que un trabajador decide renunciar a su trabajo, es bien sabido en el contexto mexicano, que, aunque se tiene la creencia de que el sueldo o las posibilidades de crecimiento son las razones principales de la rotación laboral; sin embargo, en un alto porcentaje, las renuncias se achacan a los jefes.  

Existen mil razones por las que los jefes pueden ser amados u odiados, tratamos de traer para ti, algunos ejemplos que en ocasiones pasan desapercibidos, de un término que en la psicología organizacional se conoce como liderazgo negativo, tal vez tú crees que eres el mejor jefe y un líder innato, pero ten cuidado de no caer en estas conductas que son molestas, en ocasiones agresivas y desleales con tus compañeros de equipo o tus subordinados.  

1.- ¿Por qué no te veo haciendo nada?  

Muchas veces los jefes tratan de optimizar el tiempo y maximizar la productividad de todo el equipo a su cargo, sin embargo, en ocasiones pierden de vista el objetivo principal que es obtener los resultados previstos. Aunque anteriormente se tenía la creencia de que todos tenían que estar trabajando todo el tiempo. En los últimos años se ha demostrado, que existen diferentes tipos de trabajadores y algunos son más eficientes que otros. Mientras algunos pueden llevarse horas en realizar tareas, algunos les tomará unos cuantos minutos lograr el mismo objetivo. Por eso, nuestra primera recomendación, es no juzgar a los trabajadores por su tiempo de trabajo, sino por el cumplimiento de objetivos, aunque existen algunos puestos que por las características deben permanecer en un estado de concentración y actividad continua, también existen un sin fin de trabajos que pueden realizarse aun teniendo pausas activas y porque no… un poco de chisme en la sala de café.  Confía en tus trabajadores y verás como los objetivos se irán dando solos. 

2.- Todo mal, nada bien. 

La retroalimentación es pieza fundamental para el buen funcionamiento de una organización y más específico en una relación laboral de subordinación. Sin embargo, hay muchos jefes que les cuesta trabajo reconocer el trabajo bien hecho. Es bueno retroalimentar de manera negativa cuando las cosas no están funcionando, pero es igual de bueno reconocer el esfuerzo y la dedicación que cada uno de los colaboradores de una empresa realiza para el logro de los objetivos. Hay que saber rodearse de gente capaz y reconocer que todos somos buenos para algo y nadie es bueno para todo.  

3.- ME URGE, lo necesito para antier.  

Una práctica malísima y que destruye bastantes relaciones laborales son los famosos bomberazos. Los cuales en un 5% eran realmente tan urgentes como los jefes lo pintan. Normalmente son situaciones en las que los jefes se dejan llevar por la euforia o el coraje de un cliente o un superior molesto y descargan su enojo y prisa por solucionar la situación con su equipo de trabajo, el cual estaba cómodamente disfrutando su serie favorita en la comodidad de su sillón. ¿Qué sucede la mayoría de las veces? No era una situación tan urgente como parecía al inicio y el equipo se siente realmente decepcionado de ver que lo pudieron haber hecho el lunes. Antes de levantar el teléfono un domingo a las 9 de la mañana, respira, toma un minuto y analiza si es realmente necesario o puede esperar al lunes por la mañana. Toma en cuenta que todos tenemos un límite.  

4.-Yo no fui…  

Una práctica muy molesta y al mismo tiempo muy común en las organizaciones es la falta de humildad que en ocasiones tienen los jefes, es muy importante comprender que todos cometemos errores y que puede ser comprensible que no se quiera manchar la imagen de autoridad que buscan tener algunos. Pero por lo regular es muy evidente e inclusive “mancha” más la imagen de un jefe que no sabe reconocer sus errores y siempre busca culpables y señalar para mantener su imagen limpia, a diferencia de un jefe que se mete al lodo con sus colaboradores hasta solucionar cualquier problema. Todas las personas agradecemos ser tratadas con respeto y sinceridad, si un líder es claro y honesto con sus colaboradores, ellos lo apreciarán y trabajarán en conjunto con él.   

5.- Confiaba en ti y me defraudaste… 

Como último ítem de esta lista, quisimos hablar un poco de violencia psicológica que a veces los jefes ejercen sobre sus colaboradores, muchas veces sin intención de hacerlo. En ocasiones de manera natural se toma una postura paternal o maternal por parte de los jefes hacia algunos de sus colaboradores, una práctica que en ocasiones lleva a chantajes psicológicos como: “que decepción”, “pensé que podía confiar en ti”, “ya no eres mi consentido”, entre otros. Creando así un ambiente de arrepentimiento y manipulación psicológica. De igual manera algunos jefes cometen el error de tomarse personales las fallas, errores o actitudes de sus subordinados, haciéndolos tomar repercusiones de igual manera en un plano personal. Llegando inclusive a la violencia psicológica, también conocida como hostigamiento para el caso de una relación de subordinación.  

Estos son algunos ejemplos que SIGASH comparte contigo sobre el liderazgo negativo. Esto y mucho más se puede evitar cuando se realiza una correcta implementación de la NOM-035-STPS-2018 en los centros de trabajo, abordando los factores de riesgo psicosocial desde un enfoque de seguridad y salud ocupacional.  ¿Quieres saber más? tenemos servicios de consultoría y capacitación. Si tienes alguna duda, contáctanos, estamos para ayudarte.

 

Autor: Ricardo Fernández Gasca.